Castillo de Castro del Río

Desde lo alto de un cerro, el castillo mira al Barrio de la Villa, con su aire a judería cordobesa.

Sus cuatro torres y un aljibe, además del recinto amurallado almohade.

Su patio de armas es escenario de una popular Muestra de Teatro a finales de agosto.

Fortaleza cristiana en un recinto amurallado almohade

Última restauración: Aprobada en 2024

227 m sobre el nivel del mar

Horario

Se recomienda contactar con el Ayuntamiento para concertar la visita.
Plaza de San Rafael, 9 14840 Castro del Río Córdoba, España.

El Barrio de la Villa, la zona más alta de la localidad, mudó su fisonomía en el siglo XIII con un recinto amurallado almohade al que, en el siglo XIV, los cristianos adosaron un castillo en uno de sus extremos, que custodiaba la puerta de Martos.

No se puede decir, por tanto, que Castro del Río mienta sobre su nombre: vigía de la campiña que lo circunda, un meandro del río Guadajoz hace las veces de su escudero. ¿Y qué hay que ver en su interior? Pues mucho y muy bueno. Para empezar, sus torres, tres prismáticas y una cilíndrica –esta última, ochavada en su interior–, unidas por sus lienzos y, salvo la del homenaje, desmochadas. Para continuar, las mazmorras y un aljibe de 80 m3 de capacidad, que muy pronto será restaurado. Y, para finalizar, un generoso patio de armas, de 25 x 20 metros, que los aficionados al teatro conocen bien por la muestra veraniega que tiene lugar en él.

Declarado Bien de Interés Cultural, se accede por una puerta de arco de medio punto. Y, al igual que otras localidades de la Campiña, Castro del Río tiene su anecdotario cervantino: fue aquí donde al padre del Quijote le notificaron una sentencia de arresto por su mala praxis como comisario real de abastos.

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