Alcázar de los Reyes Cristianos

Alfonso XI fue el alma de esta residencia real, cedida por los Reyes Católicos como sede del Santo Oficio.

Sus jardines, configurados a mediados del pasado siglo, ocupan las antiguas Huertas del Alcázar.

Alberga exposiciones y, puntualmente, espectáculos nocturnos.

Origen musulmán. Reconstruido entre siglos XIII y XIV

Última restauración: 2025

123 m sobre el nivel del mar

Horario

Abierto de martes a domingos. Horarios variables.
C/ Caballerizas Reales, s/n 14004 Córdoba España.

Deambulando por los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos, nos sale al paso un grupo escultórico que representa a Cristóbal Colón cara a cara con los reyes Isabel y Fernando. Aquí, entre sus patios y albercas, Sus Católicas Majestades planificaron la conquista del reino nazarí de Granada y de las islas Canarias, y, en efecto, se entrevistaron con el futuro descubridor del Nuevo Mundo. Luego, la Inquisición plantó sus reales y, abolida esta, el recinto prolongó su naturaleza carcelaria hasta el siglo XX.

Con restos documentados de época romana y visigoda, el primer alcázar formó parte del palacio Omeya. Cuando Fernando III tomó la ciudad, no quedaba rastro alguno de su esplendor. Alfonso X el Sabio emprendió su restauración, pero fue su bisnieto Alfonso XI, vencedor en la batalla de El Salado, quien le dio su forma actual a partir de 1328.

Los baños de Doña Leonor, que nos hechizan tras cruzar el patio Chico, se remontan a ese instante fundacional y nos ilustran acerca de la importancia que el líquido elemento ha tenido siempre en el conjunto. Los citados jardines, el castillo –en el que se acumulan los tesoros–, las murallas y las torres que consolidan sus ángulos (de los Leones, del homenaje, de la Inquisición y de las Palomas) resumen el devenir de las civilizaciones que han pasado por la ciudad.

No te puedes perder